Runner: cómo correr para ganar velocidad y evitar lesiones

Sigue los siguientes consejos y «trucos» para correr con la postura adecuada y evitar así lesiones y ganar velocidad al mismo tiempo.

1. Evita los movimientos exagerados con los brazos.

Para correr, mantén los brazos lo más pegados al cuerpo posible y con un suave movimiento de delate hacia atrás, pero sin ser brusco ni exagerado.

2. Relaja los hombros.

Mantener los hombres altos nos limita el movimiento de los brazos y además requiere un esfuerzo extra por nuestra parte; mantenlos bajos y relajados.

3. Intenta mantenerte recto al correr.

Si te inclinas hacia delante para correr estarás presionando demasiado la parte anterior más baja y la parte frontal de la rodilla, lo que con el tiempo podría degenerar en rótula desplazada. Corre lo más vertical que puedas, y si existe inclinación mientras corres, asegúrate de que empieza en el tobillo, no en la cintura.

4. Aterriza suavemente sobre el suelo.

Para correr correctamente no debería oír como golpeas el suelo, ya que entonces estás pisando con demasiada fuerza y tu cuerpo ha de reabsorber esa misma fuerza; y además, el impacto añadido incrementa el riesgo de lesión. Trata de correr sin saltar muy alto en cada zancada.

5. Evita caer con el talón en el suelo.

Al iniciarnos en el running,  la mayoría de los corredores aterrizamos con el talón, ya que es ese el movimiento natural del cuerpo. Sin embargo,  si te fijas, observarás que los velocistas nunca entran con el talón en el suelo, sino con la parte delantera del pie.

Intenta mejorar la técnica, apoyando al principio toda la planta, y poco a poco irás pasando a apoyar sólo la parte delantera del pie.

6. No inclines la cabeza.

Es importante mantener la cabeza erguida, nunca inclinada; así evitaremos tensar el cuello y los músculos faciales. Enfoca los ojos al frente y no mires el suelo, así conseguirás que tu espalda vaya más vertical.

7. Analiza tu pisada para saber si eres un corredor neutro, pronador o supinador.

La pisada puede ser de tres tipos: pronadora, supinadora y neutra. Si practicas el running con frecuencia es aconsejable que analices tu huella plantar y elegir así el tipo de zapatilla más adecuada.