Las características físicas del runner

A menudo escuchamos la definición de «gimnasta» para la persona con una musculatura explosiva de de gimnasio clásico, se puede distinguir al nadador por sus hombros anchos y bien desarrollados o al jugador de baloncesto por su altura superior promedio. Sin embargo, ¿cómo se destaca el corredor? ¿Acaso tiene características físicas particulares?

La respuesta es no. Al menos en lo que respecta a la parte estética. La delgadez y el tono muscular son ciertamente características comunes a todos los que corren, pero no se puede pintar al corredor típico. La discusión sobre las habilidades fisiológicas es diferente.

La peculiaridad del cuerpo del runner

De hecho, durante la carrera hay muchos órganos y sistemas que se ponen en movimiento. Están los músculos que son responsables del movimiento, el sistema respiratorio que se ocupa del suministro de oxígeno de los músculos, el sistema circulatorio y la sangre. Por tanto, un buen corredor no se distingue por “la carrocería” sino por el “motor”, y el motor en este caso se mide por la cantidad de oxígeno que puede llegar a los músculos cada minuto. Para comprender mejor, es bueno comprender la importancia de respirar al correr.

Respirar es una de esas cosas que se hace «automáticamente» – sin darse cuenta. Las inhalaciones y exhalaciones se alternan continuamente a lo largo de la vida de la persona. Sin siquiera darnos cuenta, nuestro pecho inhala introduciendo aire con oxígeno en los pulmones y luego exhala aire que contiene una menor cantidad de oxígeno y una mayor cantidad de dióxido de carbono.

Cada vez que se realiza un esfuerzo físico, la respiración aumenta tanto en frecuencia como en profundidad. De hecho, en una situación de reposo son pocos los litros de aire que se inhalan y exhalan cada minuto, cuando corres cada minuto, los litros de aire inhalados y exhalados por minuto se vuelven 60-80.

El aire inhalado sigue un camino formado por «tubos» que termina en los alvéolos pulmonares donde tiene lugar el intercambio de gases.

El buen funcionamiento del cuerpo del runner

La respiración es una operación fundamental para el óptimo funcionamiento de todas las células de nuestro cuerpo. Se trata de una operación que puede «medir» la capacidad vital de cada individuo, ya que en una persona sana la capacidad vital es directamente proporcional al volumen del pecho. Correr también en este sentido ayuda a que un entrenamiento constante realizado durante años favorezca el desarrollo del volumen torácico.

Entonces se puede concluir diciendo que el «corredor típico» no existe o, mejor, no se favorece a los que tienen las piernas más largas, los que son más altos, los que tienen un pecho desarrollado o por el contrario tienen menos. Para sustentar esta tesis, está el hecho de que en lo que a maratones se refiere, los corredores con las más variadas y diferentes características físicas han alcanzado los niveles más altos. La única diferencia es el motor que en el corredor le permite mantener altas velocidades de funcionamiento y mayor resistencia. Un buen corredor debe tener un alto «consumo máximo de oxígeno». A esto hay que sumarle el estilo de carrera, preparación, adaptación al esfuerzo prolongado de articulaciones, tendones, ligamentos.

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