¿Cómo afecta correr a las cervicales?
Uno de los puntos más delicados y vulnerables del cuerpo humano es el tracto cervical que está formado por siete vértebras; las cuales están diseñadas para sostener la cabeza y permitir los movimientos rotatorios, flexores y extensores de la cabeza. Sin embargo, hay ocasiones en que el dolor de las cervicales pueden impedir ejercitarnos o continuar con nuestro entrenamiento de running.
El origen del síndrome cervical es bastante variado. El dolor de cuello puede afectar las estructuras óseas, nerviosas, musculares, vasculares o ligamentosas de la columna cervical.
Causas del síndrome cervical
Algunas de las causas del dolor de cuello pueden ser:
- traumas previos como latigazo cervical;
- osteoartritis de las vértebras cervicales llamada espondilosis;
- la degeneración de uno o más discos intervertebrales;
- los soplos de aire que conducen a la clásica rigidez de cuello;
- las posiciones defectuosas;
- sobrecargas en los músculos del cuello;
- el estrés que libera tensiones cotidianas al asumir posiciones rígidas y contraídas –sobre todo en los músculos de los hombros y el cuello–;
- poca actividad física;
- el exceso de algunos tipos de actividad física (incluso demasiada actividad es perjudicial en algunos casos);
- mal sueño y el uso de colchones o almohadas incorrectos;
¿Cómo saber que hay un conflicto con las cervicales?
A través de pruebas instrumentales, como las radiografías o tomografías computarizadas, es posible resaltar los problemas que dan lugar al dolor cervical. En la mayoría de los casos, el dolor de cuello es causado por la contractura de los músculos del cuello y los hombros.
¿Qué hago si tengo dolor cervical?
En el caso que el dolor se deba a una contractura de la musculatura del cuello y hombros, un programa de gimnasia específico se recomienda para seguirse de manera constante. Suele mejorar y resolver el problema. El entrenamiento tiene como objetivo movilizar las vértebras cervicales y disolver las tensiones acumuladas durante el día.
Hay ocasiones en que el dolor de las cervicales se relaciona con poco entrenamiento, deslumbramiento inadecuado y poco calentamiento. Esto se debe a que en el corredor el cuello está sometido continuamente al estrés y por tanto puede generar dolor de cuello y contracturas.
Sin embargo, existen estrategias a adoptar para evitar la aparición del dolor y aliviar los síntomas ya presentes.
Consejos y recomendaciones para evitar el dolor de las cervicales
Para empezar, es importante contemplar una serie de cambios minúsculos en la cotidianidad. Entre ellos se encuentran:
- Los zapatos, ya que son una herramienta muy importante en este sentido. Actúan como amortiguadores, por lo que debes elegir zapatos profesionales también en función de tu peso y rendimiento. Es importante cambiar de zapatos cuando la suela está desgastada, la temporada cambia o se alterna entre entrenamientos.
- Es aconsejable entrenar adecuadamente los músculos. De modo que la musculatura en general –piernas, brazos, cuello y espalda– pueda fortalecerse equilibradamente.
- Calentar adecuadamente –especialmente en época de frío–.
- Se debe prestar especial atención a la postura, debes correr sin asumir malas posiciones.
- Es una buena práctica usar calentadores de cuello durante los meses más fríos: esta es una excelente manera de evitar el riesgo de contracturas y golpes de aire.
- En caso de presentar dolor, es recomendable intervenir con una crema local que pueda aliviar el dolor.
Es indispensable que, en caso de que el dolor se intensifique o prolongue, se visite al médico de cabecera para realizar las pruebas instrumentales necesarias e investigar el origen del malestar.
También es recomendable usar ropa deportiva adecuada con tejidos de buena transpiración y que las costuras no provoquen rozaduras sobre todo en las camisetas ya sean de manga corta, larga o tops.
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