Los distintos ritmos en una carrera

Cuando hablamos de correr, a menudo escuchamos la mención del ritmo. Por ello se pueden distinguir tres tipos de marcha: la marcha «corta rápida», la marcha «media» y la marcha «larga y lenta». Los diferentes valores en cuanto a tiempos y latidos son puramente indicativos y cambian de un tema a otro.

Veamos ahora las distintas características de los distintos andares y con qué criterio se distinguen: 

  • el ritmo del «largo lento» es el que el atleta mantiene con facilidad durante al menos una hora;
  • el ritmo del «medio» debe tener una velocidad de 20 a 30 segundos más por kilómetro;
  • el ritmo del «rápido corto» debe tener una velocidad de 40 a 60 segundos más por kilómetro (de nuevo en comparación con el “largo lento”).

La práctica de los ritmos en una carrera

Veamos en la práctica: el corredor que corre a un ritmo en el largo lento de 4 minutos y treinta segundos por kilómetro, tendrá que correr el ritmo medio a una velocidad entre 4 minutos 4 minutos y 10 segundos por kilómetro, 3 minutos y treinta segundos a tres minutos y 50 segundos en el ritmo rápido corto.

Sin embargo, hay otras teorías al respecto en donde se espera que el ritmo en un maratón sea de 25 segundos por kilómetro para el medio y 45-55 segundos para el largo lento. Según esta teoría, con el tiempo el atleta irá uniformemente lento medio y largo porque aprenderá a correr el lento largo al mismo ritmo que el medio.

Otra teoría señala que los ritmos cortos y largos deberán basarse en el ritmo medio y restar o sumar 20-30 segundos por kilómetro. Pero lo más importante es tener en cuenta cualquier ritmo que se elija es necesario confiar en la frecuencia cardíaca: 

  • en el ritmo largo lento, la frecuencia cardíaca debe ser menor a 135 latidos por minuto; 
  • en el ritmo medio, la frecuencia cardíaca debe estar entre 150 y 170 latidos por minuto; 
  • en el ritmo corto rápido, la frecuencia cardíaca debe superar los 170 latidos por minuto. 

Los ritmos en las carreras según el consumo de oxígeno

Existen otros sistemas para establecer las tres marchas: uno se basa en los porcentajes de consumo máximo de oxígeno. 

En el ritmo largo lento se necesita correr con dos tercios del consumo máximo de oxígeno –un promedio del 75%–; y en el corto rápido al 80-85% del consumo máximo de oxígeno. 

Los cálculos deben hacerse haciendo referencia a la velocidad ideal con la que se mantienen los 3000 metros –considerando que esta velocidad es aquella en la que el consumo de oxígeno es igual al 100%–. Y el otro es el que hace referencia al test de Conconi que establece que el ritmo corto rápido corre a una velocidad que se asemeja al del caballito, la media un 5% menos, la larga lenta un 10-15% menos.

Pero generalmente se toman en consideración los primeros cuatro sistemas obviamente más simples. En cualquier caso, sea cual sea el método de cálculo de los tres ritmos, es necesario que sean bien distintos entre sí con estímulos de diferente intensidad.

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