¿Se pueden definir los abdominales practicando running?

Correr es una actividad que se puede practicar por múltiples razones: desde la salud, bienestar general, relajación hasta mejorar la apariencia física. Se trata de una actividad física que ayuda a perder peso y tonificarse. Es más, aquellas personas que corren regularmente y mantienen una dieta adecuada, tienen músculos bien definidos y una buena salud física. 

Para aquellas personas que desean abdominales esculpidos, se puede combinar el correr con otros ejercicios diseñados exclusivamente para esculpir la parte superior del cuerpo. Un buen tipo de entrenamiento para esculpir los abdominales es entrenarlos de manera adecuada durante tres días a la semana durante unos 30 minutos, de modo que se puedan alternar los días de running con los de realizar abdominales. 

Tipos de ejercicios para definir los abdominales

Para entrenar los abdominales se puede hacer una serie de ejercicios apropiados: desde flexiones, isometrías hasta abdominales. Pero también durante la carrera o el entrenamiento running, los abdominales suelen jugar un papel muy importante: intervienen en los movimientos de torsión y son importantes para sostener la espalda. 

Durante el entrenamiento de running, cuando se coloca el pie en el suelo, los abdominales se encargan de aligerar el trabajo de la columna vertebral. Para evitar entonces que el peso del tórax caiga sobre la espalda, es importante trabajar el vientre y los músculos de las nalgas. 

Como se ha dicho anteriormente, correr ayuda a perder peso y a tonificar el cuerpo: especialmente los abdominales y las nalgas. 

Tipos de ejercicios para tonificar las nalgas

Las nalgas está compuesto por tres tipos de músculos la nalga grande, el glúteo medio y la nalga pequeña. Los tres músculos se originan en el sacro, el cóccix y la cresta ilíaca, los cuales se insertan en el fémur (al nivel del trocánter mayor). 

La función de los glúteos es bastante importante: deben estabilizar la columna vertebral, mantener una posición vertical, permitir camina y permitir el movimiento de extensión del muslo con respecto a la pelvis y su rotación hacia fuera. En esencia, correr mejora nuestra parte trastera ya que afecta significativamente los músculos de las nalgas. 

Los glúteos, como se mencionó anteriormente, están formados por tres músculos: glúteos grandes, medianos y pequeños, funcionando sinérgicamente durante nuestras sesiones de running. Al correr, estabilizan nuestro apoyo, mantienen el equilibrio y garantizan la posición óptima de la pelvis. De modo que correr no sólo facilitará un glúteo estéticamente bueno, también lo convertirá en un aliado válido y confiable para todas las operaciones motrices necesarias. 

Por supuesto, no se puede esperar que con pocas sesiones de entrenamiento se obtengan resultados espectaculares; sin embargo de correr de manera regular y combinarlo con una dieta tanto saludable como equilibrada, tanto nuestro vientre como nuestras nalgas gozarán de una nueva faceta. Tendremos un cuerpo tonificado, de mármol y bien modelado, listo para pasar la prueba de vestuarios inolvidables. Y, sobre todo, con todas las capacidades motrices y corporales perfectamente saludables. 

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